En un momento histórico en el que las tecnologías disruptivas están cambiando no solo nuestros entornos, sino también moldeando nuevos modelos de empresa, culturas laborales y perfiles profesionales, los padres y madres se preguntan ¿cómo orientar a mis hijos/as? ¿Qué carreras son las que tienen más futuro?
A esta pregunta ha tenido que responder en muchas ocasiones en los últimos tiempos Daniel Carreño, Director de General Electric en España, tal y como trasladó en su ponencia del Deusto Forum de la pasada semana.
“Mi hijo va a estudiar Analista de Datos que dicen que tiene futuro ¿Qué opinas?” Ante esta pregunta, con prudencia, acostumbra a responder que es muy difícil adelantar las necesidades futuras. Por ello cree que las titulaciones en sí, escoger una “buena”, que tenga “salidas” no va a ser relevante, ya que las profesiones del futuro aún no las conocemos.
Para Daniel Carreño, como para otras muchas empresas y organizaciones, la clave va a radicar en las competencias. En el caso de General Electric las que han definido tienen que ver más con la Actitud (con C) que con la Aptitud (con P), y estarían basadas en los principios de Transparencia, Autonomía, Responsabilidad y Meritocracia. Así como la gestión de la Incertidumbre y del Talento.
Aún así los aspectos tecnológicos siguen pesando mucho, en su caso se han llegado a plantear no contratar a nadie que no sepa programar y/o codificar información. Con ello no quiere decir que busquen solo perfiles técnicos sino que sea una competencia transversal a varios conocimientos.
Por todo ello considera que los sistemas educativos deben preparar para que las personas tengan una voluntad permanente de cambio, gestión del riesgo y aprendizaje a lo largo de la vida.
En NSF nos situamos muy cerca de esta perspectiva en cuanto a los pasos de la educación del futuro, sin embargo también nos gusta recordar (tal como lo hace la OIT en su informe sobre tendencias del empleo juvenil) que los conocimientos, competencias y habilidades son sólo una pequeña parte para el desarrollo de una carrera laboral exitosa, y que en este momento aún la red de contactos tiene un peso muy importante en los primeros momentos.
Nos recordaba Adecco en su informe del mercado laboral que aún hoy el 80% del empleo no llega a publicitarse nunca, datos matizados (pero aún importantes) en Euskadi por el informe de Lee Hecht Harrison donde la red de contactos era el primer canal para la obtención de un empleo en el 50% de los casos.
Programas como Lanaldi-Eskolan permiten actuar no sólo favoreciendo el conocimiento de las competencias del futuro sino también la ampliación de la red de contactos.